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Cómo sané mi trauma financiero
El camino de una fundadora latiné desde la escasez hasta crear una empresa fintech.


No crecí con educación financiera. No crecí escuchando las palabras "inversión", "puntaje crediticio" o "acumulación de riqueza". Lo que sí conocía era el ajetreo. Vivir al día. Contar los días hasta el próximo cheque. Y un profundo silencio sobre el dinero.
Incluso hoy, el dinero todavía me quema en las manos. Si lo tengo en efectivo, siento que tengo que gastarlo. Ahora tengo más control, pero ese instinto… aún está ahí. Eso es lo que se siente una herida financiera. Y si tú también lo has sentido, hoy vamos a hacer algo al respecto.
Hola, soy Cindy, fundadora de R.O.S.C.A., hacemos que tus tandas y cundinas sean más seguras y diseñadas para esta generación. Y aquí, te enseño todo lo que tuve que desaprender y reaprender sobre el dinero… a la fuerza.

🌶 “No éramos pobres. Solo no hablábamos del dinero.” ❎
🌶 ¡Soy coleccionista de trabajos!
🌶 El curso que lo cambió todo 💡
🌶 Las heridas financieras no entienden de ingresos 💰
🌶 Mis recursos de confianza
🌶 Latiné Spotlight de la semana 👀
Vamos a ello ⬇️
“No éramos pobres. Solo no hablábamos del dinero.”
Mis padres eran de los que no nos dejaban ver el estrés. Siempre tuvimos comida. Siempre tuvimos un techo. No nos “faltaba” nada… al menos no como lo define la gente desde afuera. Pero no te equivoques: el silencio era una señal.
No hablábamos de cuentas, ni de deudas, ni de ahorro. No nos enseñaron a tomar decisiones financieras, solo a sobrevivirlas. En nuestra cultura, la comida era abundante. Aunque el dinero fuera justo, la nevera siempre estaba llena.
Pero eventualmente, lo noté. Como cuando fui a casa de una compañera y vi una aspiradora de mano por primera vez. Ni siquiera sabía que eso existía. Ahí fue cuando me di cuenta: está la vida que vives… y la vida que ni siquiera sabías que existía.
¡Soy coleccionista de trabajos!
Siempre tuve varios trabajos, aunque no todos fueran de tiempo completo. Incluso en la preparatoria. No porque quisiera dinero extra, sino porque necesitaba una red de seguridad. Si perdía uno, tenía otro. Esa es la mentalidad de escasez.
Incluso cuando conseguí un trabajo estable, una plaza como profesora, seguía con los trabajos secundarios. Me tomó años dejar de sentir que todo se podía caer en cualquier momento. Ese cambio, de sobrevivir a estar segura, no fue fácil. Pero una vez que empezó, me dio permiso de aprender sobre cosas como planes de retiro, ahorro y eventualmente, inversión.
¿Y qué descubrí? Que no necesitaba ser perfecta con el dinero. Solo necesitaba empezar a hablar de él.
El curso que lo cambió todo 💡
Durante la pandemia, encontré el curso de inversiones de Linda Garcia, In Luz We Trust. Estaba hecho para gente como yo. Gente a la que nunca le dijeron que pertenecía al mundo de las inversiones. Gente que no se ve en CNBC.
Dudé. Doscientos dólares era mucho. Pero lo hice. Y lo cambió todo. Linda enseñaba tres pilares clave para generar riqueza: invertir en la bolsa, tener bienes raíces y empezar un negocio. Pero más importante aún, me enseñó que “la mano que te alimenta también puede ser la que te deja sin comer.”
Ese fue el punto de inflexión. Fue entonces cuando empecé a construir algo mío: R.O.S.C.A.
Las heridas financieras no entienden de ingresos 💰
Uno pensaría que crecer con dinero lo hace más fácil. Pero he aprendido que el trauma financiero no se trata solo de cuánto tienes, sino de lo que te enseñaron (o no te enseñaron).
A veces miras una casa que apenas está fuera de tu presupuesto y entras en pánico, no porque los números no den… sino porque tu mente aún cree que todo puede colapsar de un momento a otro.
Ese miedo, que todo se venga abajo, no desaparece con un aumento o una cuenta de ahorros. Permanece, hasta que lo enfrentas.
Dos personas. Mismo ingreso. Historias diferentes.
Curada | No Curada |
“No podemos comprarlo ahora, pero lo planeamos. | “Esto cuesta demasiado. Siempre tomamos malas decisiones.” |
“Es mucho, pero está alineado con nuestras metas.” “Spending this will make everything collapse.” |
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Mis recursos de confianza
Si estás empezando tu camino, o necesitas volver a empezar desde cero, te recomiendo esto:
📚 Libro: Wealth Warrior de Linda Garcia
Una vez me crucé con Linda en una conferencia y le dije:
“Solo fui una alumna en tu curso. Pero seguí todos tus consejos al pie de la letra… y construí una empresa gracias a eso.”
Nunca sabes qué semillas estás sembrando 💚


Ramona Ortega, fundadora de My Money My Future, está en una misión para cerrar la brecha de riqueza racial. Ayuda a inversionistas de primera generación a generar patrimonio con herramientas financieras pensadas para nuestras comunidades.
Ahora, con su nueva empresa WealthBuild.ai, Ramona está usando IA para ofrecer asesoría financiera en tiempo real.
Abogada de Wall Street convertida en CEO fintech, Ramona es prueba viviente de que la experiencia personal puede transformar industrias. Su plataforma une educación financiera culturalmente relevante, consejos de inversión y planificación personal — todo en un mismo lugar.
También está detrás de la campaña THRIVE, que busca activar a un millón de inversionistas Black y Latinos.
Conócela: mymoneymyfuture.co y síguela en LinkedIn.
Palabras finales para mis queridos metiches 😁
No vengo a vender atajos. Estoy aquí para recordarte que ya tienes algo desde donde construir. Cada situación es diferente. Eso significa que el consejo debe adaptarse, no ser “talla única”. Tal vez no tienes $1000 para invertir.
Tal vez has cometido errores. Tal vez todavía estás tratando de salir del modo supervivencia. Y eso está bien. No necesitas una herencia ni un título en finanzas. Solo necesitas un punto de partida y un espacio seguro para hablar de dinero.
Eso es lo que estoy construyendo con R.O.S.C.A. Porque no solo necesitamos alfabetización financiera, necesitamos sanación financiera. Empieza aquí tu camino.
Con cariño,
— Cindy 💗
¿Qué herida financiera resuena más contigo? |