Mi esposo siempre ha sido el que invierte en acciones en nuestra casa. Durante meses, le daba $100 dólares y le decía, "¿Puedes invertir esto por mí?"

Entonces un día durante la pandemia, lo estaba viendo operar y pensé, ¿sabes qué? Yo también puedo hacer esto.

Así que tomé una clase, abrí mi propia cuenta, y empecé poco a poco. Mil dólares, algo de nervios, y mucha curiosidad.

Hola, soy Cindy, fundadora de R.O.S.C.A., y hoy vamos a hablar de lo que realmente significa invertir como mujer: no arriesgado, no imprudente, sino con propósito y comunidad. Vamos a profundizar.

🌶 Por qué las mujeres sobresalen invirtiendo 

🌶 3 Reglas de inversión para mujer, por una mujer 

🌶 Es más accesible de lo que piensas 

🌶 Por qué algunas mujeres esperan para empezar a invertir 

🌶 Invertir con principios de tanda 

📢 Ganadoras de la Beca R.O.S.C.A. y Cultura Chamoy

Por qué las mujeres sobresalen invirtiendo

La gente dice que las mujeres somos demasiado emocionales para invertir. Yo digo que eso es exactamente lo que nos hace excepcionales.

Cuando invertimos, nunca se trata solo de los números. Pensamos en el impacto: a quién ayudarán nuestras decisiones, cómo afectarán a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestra comunidad. Ese tipo de pensamiento intencional construye estabilidad duradera.

Mi bisabuela materna entendió esto mucho antes de que alguien usara las palabras "ESG" o "inversión de impacto". Les pagaba por adelantado a los agricultores locales para que pudieran comprar semillas y comenzar a sembrar. Cuando llegaba la cosecha, ella tenía la primera selección. Cuando sus nietos se mudaron a los Estados Unidos, guardó cuidadosamente cada dólar que le enviaban. Ese era su portafolio; y alimentó a generaciones.

Ella no era emocional. Era estratégica. No era descuidada. Pensaba en la comunidad.

Incluso hoy, organizaciones como Kiva priorizan prestarles a mujeres porque los datos comprueban lo que mi bisabuela materna ya sabía: cuando las mujeres manejan el dinero, comunidades enteras prosperan.

3 reglas de inversión hechas por y para mujeres

#1 No hago inversiones volátiles

Hace unos años, me atrajo Tesla. Me encantaba la innovación y la misión. Luego me di cuenta de que no estaba invirtiendo en una empresa—estaba invirtiendo en la imprevisibilidad de una persona.

Cada vez que el CEO publicaba algo polémico, mi cuenta bajaba. Al día siguiente podría recuperarse, y luego volver a caer. Revisaba mi portafolio, sentía que se me caía el estómago, cerraba mi cuenta, y me decía a mí misma que no volvería a mirar por una semana. Spoiler: siempre lo hacía.

Un día finalmente admití, "Esto no me funciona." Vendí mis acciones y compré Costco en su lugar. Estable. Predecible. Aburrido de la mejor manera posible.

Ahí fue cuando aprendí algo que todavía me guía hoy: si revisar tu portafolio hace que tu corazón se acelere por las razones equivocadas, no es una inversión, es una fuente de ansiedad. Y tu tranquilidad vale más que cualquier ganancia potencial.

Ahí aprendí algo que todavía me guía: si los tuits de un CEO pueden alterar tu paz mental, eso no es una inversión, es un detonante de estrés.

#2 Define tu “por qué” para cada dólar

No invierto en farmacéuticas. No creo que debamos lucrar con las necesidades de salud de las personas. Si alguien necesita medicamentos para sobrevivir—como insulina—la bolsa de valores no debería estar elevando sus costos. La atención médica debería ser accesible, pero esa es una conversación para otro día.

Mi estrategia es simple: uso un enfoque de alto, mediano y bajo. Tengo una acción de precio bajo, una de rango medio (alrededor de $300-400 por acción), y una acción de precio alto. Las ganancias de las posiciones más pequeñas me ayudan a fortalecer las más grandes con el tiempo.

Es como manejar una tanda con mi propio portafolio, todo tiene un ciclo con propósito. Cada acción tiene un papel, y trabajan juntas.

Eso es lo que me mantiene centrada: el propósito ancla la disciplina. Cuando cada dólar tiene un trabajo, no vendes en pánico cuando baja el mercado ni persigues la última tendencia. Inviertes con intención, y duermes mejor por las noches. Al menos yo sí.

#3 Confía en ti misma más que en el camino de los demás

La inversión en bienes raíces es enorme. Mucha gente está construyendo riqueza a través de propiedades de alquiler, y los números son realmente atractivos.

Pero aquí está la cosa: ser propietario significa cobrar multas por pago tardío, manejar desalojos, y mantenerse firme en las políticas, en cada situación. Eso es simplemente parte de la inversión.

Me di cuenta de que no podía hacer eso. Si alguien enfrentaba cualquier crisis (¡aunque me estuviera mintiendo! jaja 🤦🏽‍♀️), yo perdonaría la renta completamente. Lo que significa que la inversión en bienes raíces no es para mí—¡sería la mejor propietaria para los inquilinos o la peor inversionista! ¡Quizás ambas! 😅🏠

Así que esto es lo que quiero decir: toma la información como educación, pero no sientas que tienes que seguir el camino de todos. Lo que construye riqueza para alguien más podría destruir tu paz. Confía en ti misma para saber la diferencia.

Es más accesible de lo que piensas

Históricamente, invertir ha sido un juego de hombres blancos. Lo ha sido. Y cuando entras en esos espacios, te das cuenta: "esto ni siquiera es tan difícil". Simplemente ha estado reservado para unos pocos.

Cuando empecé a invertir, tenía alrededor de $5,000. Las personas en mi vida eran escépticas: "¿Estás segura? ¿Qué pasa si lo pierdes todo?" Ahora que ven un crecimiento constante, las preguntas han cambiado a, "Espera, ¿cómo estás haciendo esto? Cuéntame más."

Diferentes personas tienen diferentes tolerancias al riesgo. A algunas les encanta el day trading y las jugadas de alto riesgo—esa descarga de adrenalina de grandes ganancias y pérdidas. ¿Yo? Si no está protegido federalmente y es relativamente estable, no lo toco. Sé lo que me ayuda a dormir por las noches.

La verdad es que no necesitas permiso para invertir—solo práctica. Sigue tus propios instintos. Las personas te ofrecerán información y estrategias, y eso es genial. Toma lo que resuene contigo, pero ten en cuenta que tu camino será diferente. Y así es exactamente como debe ser.

Por qué algunas mujeres esperan para empezar a invertir

En los Estados Unidos, solo el 48% de las mujeres  invierte en la bolsa de valores, en comparación con el 66% de los hombres. Y honestamente, entiendo por qué.

La mayoría de las mujeres ya somos las CEOs de nuestros hogares. Sabemos cada número de Seguro Social, cada cita médica, cada cuenta que vence la próxima semana.

Y aunque avanzamos en nuestras carreras, la carga en casa no disminuye—a menudo se duplica.

Ganamos más, pero seguimos haciendo más. Súmale el peso invisible de la culpa materna, los cambios físicos para los que nadie te prepara (¿perimenopausia, alguien?), y políticas laborales que todavía no están diseñadas para madres... No es sorpresa que invertir termine al final de la lista.

Así que no, no estamos atrasadas porque somos descuidadas o desmotivadas. Estamos atrasadas porque cargamos demasiado.

El primer paso no es descargar una app de trading—es reconocer que tu agotamiento es estructural, no personal. Una vez que ves eso, dejas de culparte a ti misma y empiezas a construir algo sostenible en su lugar.

Invertir con principios de tanda

Todos tenemos patrones de gasto que sabemos que podríamos cambiar. Quizás son las salidas diarias por café, servicios de suscripción que olvidamos, o compras de conveniencia que se acumulan. Cuando hacemos las cuentas, los números pueden sorprendernos.

Pero el problema generalmente no es la consciencia—es la capacidad. "No tengo tiempo" es real. "Estoy muy cansada para preparar comida" es válido. Las barreras no son sobre fuerza de voluntad; son sobre capacidad.

Ahí es donde entran los círculos de tanda. No para avergonzarte y forzar el cambio, sino para apoyarte en dar los pasos que ya quieres dar—con comunidad, responsabilidad compartida, y gracia.

Aquí está cómo puedes evolucionar tu tanda de una herramienta de supervivencia a una estrategia de inversión:

Conoce a Natalie y Sara 👋🏽

Un poco sobre nuestras ganadoras:

"¡Hola! Soy Natalie, estudiante de segundo año especializándome en Ingeniería Aeroespacial en UCLA Samueli School of Engineering. Desde que era pequeña, siempre he tenido pasión por cómo funcionan y se mueven las cosas, ya sean cohetes lanzándose al espacio o autos corriendo en una pista. Con esta pasión, deseo trabajar en la industria de cohetes o automotriz. Me gusta la idea de ser parte de futuras exploraciones espaciales o de mayor rendimiento en vehículos como Fórmula 1 o NASCAR. Recibir esta beca realmente significa todo para mí. Es una oportunidad increíble que continúa motivándome y alentándome a alcanzar oportunidades infinitas. Estoy eternamente agradecida por el apoyo de todos los que creen en mí y me desean lo mejor en la búsqueda de mis sueños. ¡Muchas gracias!"

"Mi nombre es Sara, soy estudiante de ingeniería mecánica y me encantaría usar mi carrera para innovar y crear nuevas soluciones a problemas globales. Trabajó con Ingenieros Sin Fronteras como voluntaria y me apasiona profundamente lo que hago. Estoy muy emocionada de recibir esta beca ya que me ayuda a alcanzar mi meta de ser parte de programas e iniciativas escolares. También me ayuda a alcanzar mi objetivo de posiblemente transferirme. Transferirme a otra universidad podría ayudarme a crear oportunidades más amplias para mí en el futuro. UMiami y NYU fueron dos escuelas a las que fui aceptada y me encantaría tener la oportunidad de asistir."

Si participaste en este sorteo pero no ganaste, ¡no te preocupes! Tenemos muchas cosas planeadas para ti. Solo tienes que seguirnos y estar pendiente.

Una Palabra Rápida para Mis Metiches 💌

Las mujeres de nuestras familias han hecho esto por generaciones—ahorrando con el corazón, compartiendo con propósito, y pensando a largo plazo mucho antes de que Wall Street nos dijera cómo hacerlo.

No invertimos como nos han dicho que deberíamos. Nunca nos enseñaron a perseguir ganancias rápidas. Invertimos para crear raíces.

Y las raíces crecen despacio, pero se mantienen firmes.

Con cariño,
Cindy 💗

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